EL DIRECTOR COMERCIAL Y EL VENDEDOR MULTIGESTOR (9).
El libro
introduce el innovador concepto del Vendedor Multigestor, como elemento de
mejora del talento en los equipos comerciales y como guía para Directores
Comerciales.
Capítulo 8: El Vendedor Multigestor,
director de sí mismo.
¿Es
necesario nacer vendedor? Eterna cuestión. La profesión de vendedor se concibe,
bien como un don del cielo o bien como una función artística.
¿Y si la
Universidad y las Escuelas de Negocios enseñarán a vender?
La vocación
de estas, se centra más en la formación, en la gestión y en la dirección
comercial, que en la necesidad de abastecer al mercado de buenos vendedores.
La venta,
anteriormente fue enseñada por transmisión oral y los estilos de venta han sido
generados por dos ejes básicos: la naturaleza de los mercados y la personalidad
de los profesionales de la venta.
Nuestra
mirada sobre el ejercicio de la venta está cambiando. Conviene, desde ahora,
saber escoger entre las nuevas ideas que hay que adquirir y las ideas
desfasadas que hay que abandonar, entre ellas las siguientes:
- ¡La venta es innata!
- ¡Sentir al cliente es un arte!
- ¡La venta no se aprende!
- ¡Somos demasiado caros!
- ¡No sé hacer otra cosa!
- ¿Qué hace el marketing?
Pero, ¿qué
piden los clientes? ¿qué esperan del vendedor? ¿cómo les gustaría que fuesen
los vendedores?
Los clientes
esperan la consideración personal, la satisfacción de sus necesidades, una
solución a sus problemas y que se les comprenda y tenga en cuenta su
personalidad.
El comportamiento
egocéntrico del vendedor y los mensajes de las marcas del estilo: “Somos los
mejores; confíe en nosotros”, no son ya los más eficaces. El cliente busca un
vendedor altruista y bien preparado.
El vendedor,
más preocupado por su producto que solicito con su cliente, se encuentra de
hecho dominado por el cliente, quien, al sentirse seguro por la debilidad de
las capacidades profesionales del vendedor, se convierte en el conductor de la
entrevista de ventas llegando a pervertir su desarrollo: al hablar desde el
principio del precio, que no debería aparecer hasta después de la demostración.
Es pues
conveniente desarrollar la personalidad de los vendedores y de elaborar
sistemas de venta con vendedores polivalentes abiertos a todo tipo de mercados
y productos.
La venta es
la más bella profesión del mundo. Si no hay comercio en el mundo, no hay nada.
Todos los intercambios, la cultura y la economía, descansan sobre el
intercambio y la habilidad comercial.
El sentido
comercial induce el conocimiento y el respeto a los demás, sin juicio de
valores, incluso para los clientes.
El vendedor
es pues para la empresa, la persona más importante de la misma y en siglo XXI
tiene un papel y unas funciones que le sitúan en el corazón de la estrategia de
la empresa.
Ante este
desequilibrio, el concepto del VENDEDOR MULTIGESTOR (V.M.), es una aportación
adicional a esta importantísima actividad profesional, desreglada, dispersa e
infravalorada que es la venta y cuyo experto dominio es tan difícil. Además
sirve para interponer un filtro, al autoengaño por el que a veces llamamos
excelencia a la mediocridad, calificando como buenos a vendedores a aquellos
que aunque tienen cifras altas, las mismas se deben más a razones externas y
fortuitas que a méritos personales propios.
Es decir,
cómo “SER” vendedor, en lugar de “HACER DE” vendedor.
EL V.M. es un
concepto y al mismo tiempo un instrumento para las organizaciones innovadoras,
cuyas claves son el aprendizaje permanente y la generación de ideas, que están
en una permanente demanda de pensamiento creativo, también para la función de
Ventas.
Es una
apuesta para que mejoren los Vendedores y como consecuencia, para que las cifras
de Venta mejoren.
Las
capacidades que diferencian al vendedor bueno y creativo del vendedor mediocre
y pesimista, están en sus cabezas. ¿Por qué si no tienen resultados tan
dispares diferentes vendedores de la misma empresa, con la misma oferta, para
los mismos clientes y con igual competencia?
Los
Vendedores que han copiado sus métodos de los de sus mayores, serán tarde o
temprano sustituidos por vendedores modernos, que poseen y desarrollan
características como: energía, confianza en sí mismos, filosofía de vida
caracterizada por una voluntad de evolución, gusto por el esfuerzo en el
trabajo, perseverancia y voluntad de ser eficientes. Como se trata del perfil
ideal, hay pocas probabilidades de
reclutar una persona así. En este aspecto, los esfuerzos de las empresas en
materia de formación adquieren toda su significación.
Prácticamente,
el reclutamiento se orienta hacia la búsqueda de predisposiciones para adquirir
el conjunto de cualidades, requeridas para tener éxito en la venta.
El vendedor
debe comprender, analizar y reaccionar a todo lo que compone su mercado, los
gustos de su clientela y las tendencias. Cada vez más va a transmitir a su
empresa los mensajes y las demandas del mercado.
No hemos de
ser pasivos. Cuanto más consientes somos de las consecuencias de nuestros actos
y más activos nos percibimos a nosotros mismos, más gratificante resulta la
vida.
Estudiar
tiene más que ver con la teoría y aprender tiene más que ver con la práctica.
Ese es el
aprendizaje: el cambiarnos a nosotros mismos sirviéndonos de la realimentación
de nuestros actos, porque cada uno de nosotros somos nuestro propio maestro y
podemos aprender de todo lo que hacemos. El aprendizaje es la continua creación y recreación de
nuestros modelos mentales.
El Vendedor
Multigestor es un proceso que necesita por tanto recurrir permanentemente a
conceptos como: dominio personal, modelos mentales, aprender en equipo, visión
compartida, habilidades creativas, autorregulación, autoconocimiento, empatía,
motivación, habilidades sociales, planificación inteligente, amigo de
confianza, consultor eficaz, influyente hábil, gerente de sí mismo, aprendiz
permanente, prospector de cambios, vigía del mercado, embajador de la imagen de
la organización, etc., etc. Y quién puede poseer, aunque sea en parte, estas
capacidades y habilidades, no es un estafador, sino un utilísimo Vendedor que
ayuda al cliente a tomar sus mejores decisiones.
Este proceso
del Vendedor Multigestor, tiene un primer público necesario que son los
Directores Comerciales y la Dirección General de la Empresa, si es que éstos
quieren ser líderes auténticos y promotores de cambios.
Todo este
amplio campo de trabajo es el que abarca de forma ordenada y sistémica lo que
hemos denominado el concepto Vendedor Multigestor como un proceso efectivo.
Es una lucha
permanente contra la parte de ignorancia de los Vendedores, pues todos sabemos
que, lo malo de la ignorancia, es que va cogiendo confianza a medida de que se prolonga.
Es el
desarrollo de un proceso para un área específica de las empresas: la de la
Red Comercial y los vendedores en
concreto.
Un área
importantísima por su influencia directa en los resultados actuales y futuros
de la empresa y como factor de innovación y competitividad para el futuro de la
misma, que pasa desapercibida por la poca destreza que en general existe para
su buena comprensión y gestión, por razones históricas, muchas veces por
infravaloración, y porque realmente llegar a ser un vendedor de élite es muy
difícil, pues hay que tener un grandísimo talento y tener la fortuna de
encontrarse con formadores y maestros adecuados. Por eso es tan difícil encontrar
procesos sistémicos de calidad en esta área. No hay mucha gente preparada para
ello, ni muchos medios disponibles, salvo los que se centran en las tácticas del
cara a cara durante la entrevista de ventas.
Supongamos
que contratamos a un vendedor joven, válido e ilusionado.
En los
primeros 5-10 años de profesión se enfrenta a situaciones antes desconocidas
que le enseñan, le estimulan, le enriquecen, y las va integrando.
Pero ¿qué
podemos hacer con los vendedores de 45 años de edad con 15 de experiencia, que
creen saberlo ya todo y que se sienten cansados en una profesión estresante?,
¿cómo les motivamos en los próximos 15 años para que sigan siendo buenos, sigan
ilusionados y se sientan seguros de sí mismos?
Si aceptamos
que la Innovación tiene tres campos básicos de desarrollo que son: Tecnología,
Marketing y Gestión, el concepto del Vendedor Multigestor estaría en un segundo nivel jerárquico dentro de
Marketing, pero no por ello dejaría de ser muy importante.
El concepto del
Vendedor Multigestor, es también un desarrollo y una aplicación práctica de los
principios de la Inteligencia Emocional a un colectivo especifico que existe en
todas las organizaciones empresariales, cuya principal herramienta de trabajo
es el talento personal.
En este
mundo sobra talento. Lo que falta son personas que conozcan sus verdaderas
capacidades y las pongan al servicio de la sociedad. Del mismo modo, faltan
empresas capaces de captar, retener y canalizar la energía de estos
profesionales talentosos para conseguir sus metas.
El concepto
del Vendedor Multidisciplinar es una herramienta humilde para avanzar en esa
dirección
EL CONCEPTO DEL VENDEDOR MULTIGESTOR
(V.M.): ¿Qué ES?
Ø Le calificamos como multigestor
porque es un Vendedor que domina varias disciplinas y se hace multidisciplinar,
entendiendo por multidisciplinar a la síntesis de observar la misma realidad
desde distintas ópticas.
Ø Es un método ordenado para llegar a
“ser” vendedor en lugar de “hacer de”
vendedor.
Ø El concepto del V.M., es un proceso
innovador de aprendizaje continuo y permanente de la profesión de vendedor a lo
largo de su vida laboral, con un alto contenido de desarrollo de la propia creatividad.
Ø Tenemos que ser la mejor versión
posible de nosotros mismos, y eso no siempre es fácil, sobre todo cuando ni
siquiera sabes quién eres.
Ø El concepto del V.M. no es algo que
se posee y se adquiere en un momento determinado. Es un proceso. Es una
disciplina que dura toda la vida. La recompensa no es el destino final del
viaje. Nunca se llega a la meta. La recompensa es el viaje.
Ø Es un proceso sistémico, es decir, en
el que todo está interrelacionado.
Ø Es un proceso de liderazgo para
Directores Comerciales, por el que se puede poner de relieve todo lo que se
puede hacer desde este puesto, todas las posibilidades que se pueden abrir a la
red de vendedores, si se les sabe servir, tras escuchar sus necesidades o
anticiparse a ellas.
Ø Es una capacidad sistémica para
desarrollar inteligencias múltiples en el vendedor.
Ø Es un proceso que añade novedad y
valor en el campo concreto del conocimiento en ventas.
Ø Es un proceso para llenar la brecha
de aprendizaje entre lo que se sabe y lo que es preciso saber.
Ø Es un abanico de buenas herramientas
para conectar conceptos intelectuales
con la realidad pragmática y su utilización.
Ø Si queremos ver una transformación
real en el tiempo debemos reconocer la necesidad, saber cómo implementar el
cambio y practicar y practicar. Pues, este es el proceso del V.M.
Ø El concepto del V.M. posibilita que
podamos convertir al vendedor en una persona que puede ir creciendo, creando y
desarrollándose personal y profesionalmente y que despliegue todo su potencial
creativo.
Ø Es un proceso que incluso puede
obtener resultados de mejora con profesionales mediocres.
EL PROCESO DEL VENDEDOR MULTIGESTOR ¿Cómo FUNCIONA?
Como primer
paso, consiste en la simple exposición del presente método, para captar la
estructura conceptual del mismo, ya que
identifica cuales son las herramientas disponibles y al alcance de la mano, que
permiten llevar ese concepto a la práctica real de un profesional a lo largo de
su vida laboral.
Es decir,
montar el esqueleto para luego poder ir poniéndole músculo y energía a lo largo
de la praxis profesional.
Se trata de
sumergirse en un prolongado, potente e inacabado proceso de aprendizaje,
específico, auto dirigido e integrado en la empresa en la que se trabaja.
La mayoría
de los empleados de las empresas se dejan el cerebro aparcado junto al coche
cuando van a trabajar. Pero esto es más grave en el caso del personal comercial
y en concreto del vendedor.
El
entrenamiento de una fuerza de ventas es similar al de un deportista. La
actualización del conjunto de conocimientos debe ser constante. El trabajo en
los métodos de venta no se detiene jamás. Es el precio que hay que pagar por
preservar e incluso regenerar el capital humano de la empresa.
El futuro
implica el enriquecimiento permanente de todo lo que participa en la mejora de
la calidad de los vendedores.
El proceso
de implantación del concepto del V.M. abarca y explica unos itinerarios de
mejora, en una amplia serie capacidades y habilidades personales, que se desarrollan en
áreas tan variadas como las siguientes:
ü El V.M. como “Agente interno de
Innovación y Competitividad”.
ü La “Inteligencia Emocional” que
necesita el V.M.
ü El V.M. como “vendedor de Cerebro
Total”.
ü Las “Seis Habilidades personales” del
V.M.
ü Las Verdades Cósmicas que
conciernen al V.M. y la Rueda del
Vender.
ü El “back-office” Comercial, que es la
estructura interna de “apoyo” al V.M.
ü La Agenda de Formación Personal del V.M.
Si un
interesado en llegar a ser un Vendedor Multigestor, pretende obtener los diez puntos de puntuación
máxima sobre la totalidad de las capacidades y habilidades necesarias, se
tropezará con la frustración de la utopía inalcanzada.
No se trata
de eso. Es imposible poner en práctica de una sola vez, todas esas complejas capacidades
y habilidades personales.
¿Cómo
escoger las capacidades y habilidades a mejorar? ¿Cómo establecer prioridades,
concentrase e iniciar el proceso de poner en práctica tantas capacidades y habilidades
analizadas? ¿Cómo hacerlo de manera que refleje la velocidad exigida por
nuestro cambiante mundo? ¿Cómo conseguir una habilidad en unos cuantos meses en
lugar de unos cuantos años? ¿Cómo adaptar las mismas al desempeño del trabajo
en la empresa actual?
La respuesta
es que cada profesional tiene que aprender lo que puede, pero dentro de un
horizonte de perseverancia y alejados del nerviosismo por aprender rápida y
efectivamente.
No se trata
de una carrera de “velocidad” frente a una carrera de “fondo”. Se trata de
tener atletas de “decatlón”, bien preparados para diez pruebas, con registros
dignos y mejorables en cada una de las pruebas. No ser especialistas, sino ser
polivalentes.
Es el
“Conocimiento Creativo” frente a la “Rutina Especializada”. Para los vendedores
que aceptan al V.M., su visión, lo que desean, es una vocación y no solo una
buena idea.
Y si para un
vendedor su vida depende de la mejora de sus capacidades y habilidades
personales, tendrá que invertir tiempo y dinero en ello y aplicar el “quiero”,
que significa que me dedicaré a ello disfrutando, en lugar del “me gustaría”
que significa que alcanzaré todas las mejoras que deseo si me toca una lotería
de ciencia infusa que me cae del cielo.
El
aprendizaje tiene un precio y todos debemos pagarlo, ya sea en tiempo, en
trabajo, en dinero, en educación, en salud, en honestidad, o en renuncia de sí
mismo.
La única
cosa que va a estar haciendo el Vendedor Multigestor hasta su retirada, será
aprender y la única forma de aprender es “queriendo y amando lo que se aprende”
y siempre y cuando se disponga de una fuente de aprendizaje al alcance de la mano.
Cuando oímos
la palabra aprendizaje nos acordamos de nuestros días de colegio o universidad,
sentados en clase, almacenando una información que a veces no nos interesaba, con el objetivo de
obtener unas calificaciones más o menos altas. Además, por muy buena que sea la
universidad o escuela que nos dio la formación básica, sólo nos ha podido
transmitir algunas capacidades, ya que la universidad o escuela no sabe el
destino final de los alumnos, ni las habilidades que ese destino requiere.
La
“formación continua específica” se ha de abordar siempre en la empresa y dentro
de ésta, en una o pocas ramas del saber, ajustadas a su mercado y clientela.
En las
organizaciones inteligentes y creativas, el único aprendizaje es sinónimo de
comportamiento modificado: a cada uno lo que le importa es como actúa
personalmente y dentro de un equipo.
Hay un
elemento de nuestra mente que se arregla muy bien ante la complejidad y de
hecho está diseñado para esa función. Lo denominamos “subconsciente”. Cuando
estamos en la autoescuela nos parece imposible controlar lo que ocurre delante,
lo que ocurre detrás, lo que hacemos con cada pie, con cada mano, lo que oímos,
etc., porque lo vamos controlando desde el consciente.
Pero una vez
que lo controla nuestro subconsciente con la experiencia repetida, funcionamos
automáticamente y libramos el consciente para incluso hacer otras tareas: pensar,
hablar, escuchar, etc.
Lo
importante es reconocer que podemos “entrenar” el subconsciente. Todo
aprendizaje supone una interacción entre el consciente y el subconsciente que
redunda en un entrenamiento del subconsciente.
Otra
particularidad que presenta el V.M. es que parte de la hipótesis de que lo que
necesita priorizar en cada momento una persona es distinto a la de otra.
No hay cosa
que nos motive menos a las personas, que acudir a un curso y escuchar cosas que
“ya sabemos”, salvo que lo hayamos olvidado y nos interese mucho recuperarlas.
La educación
obligatoria entra en conflicto con la libertad de elección. Lo que ya sabemos
nos aburre y lo que desconocemos nos interesa. Por eso es importante que el
V.M. tenga una Agenda de Formación Personal, que ha de poseer para toda su
vida, mejor escrita que mentalmente, pues en ella se registrarán los avances y
las deficiencias que se quieren mejorar o que se necesitan recordar de nuevo.
También ayudarán al Director Comercial a apoyar a los V.M., en aquello que les
interese y motive más, cuando estos soliciten formaciones personalizadas.
A
continuación vamos entrar en algunas de las áreas más importantes que acabamos
de señalar para indicar los puntos claves de las mismas en lo que concierne al
concepto de Vendedor Multigestor.
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