lunes, 12 de noviembre de 2012


 
 
LA BURBUJA FUTBOLERA
 
Esta es la situación de un producto que se vende muy bien en España.

Antes de comenzar quiero manifestar que, como cualquiera, tengo un particular punto de vista respecto del futbol de élite.

A partir de ahí, quienes discrepen de lo que digo más adelante, que no se lo tomen como una afrenta, sino como una opinión adicional sobre un debate más, de tantos que hay en la vida. Lo digo porque el futbol es un tema muy sensible.

He jugado al futbol y lo considero un deporte que aunque requiere un rival, me gusta mucho verlo y es sano de practicar. Y me gusta diferenciar un  juego bueno de un juego malo. Y me parece bien que haya 500.000 fichas de practicantes de este deporte en España.

Pero para mi el “futbol de élite” no es un DEPORTE, aunque los medios de comunicación lo vendan con ese nombre.  

Para mi deporte es la práctica de una actividad física como acción saludable, y el hecho que su práctica conlleve o no competición, me resulta secundario.

Para mi el futbol de élite es un ESPECTACULO, que como cualquier otro  debería ser  pagado solo por aquellos que libremente quieran gastar su dinero en ello.   

Sin embargo la realidad de este espectáculo nos dice otras cosas:

-         Físicamente, es poco saludable porque deja aparcados en el sofá a millones de personas.

-         Síquicamente, es poco saludable porque mediante el mecanismo de la cerril polémica pasional, fomenta el alejamiento y la discordia entre los amantes de un mismo deporte.

-         Socialmente, es poco solidario porque una gran parte de su financiación proviene directamente de los subsidios públicos, exenciones de impuestos  y tipos reducidos, provenientes  de Gobiernos y Ayuntamientos,  e indirectamente, de aportaciones públicas adicionales, por la vía de los derechos de retransmisiones de TV en canales públicos.

-         En cuanto a igualdad de oportunidades, es poco razonable porque solo 2 clubes disponen de tanto dinero como la suma de sus otros 18  rivales juntos, los cuales son tan necesarios para competir como aquellos dos bienaventurados clubes.

-         Económicamente es poco eficaz, porque un país como España no se puede permitir una primera división que cuesta 1.800 millones de € anuales (la más cara de Europa), importadora de jugadores (la mitad de los 500 jugadores de primera división son extranjeros), con deudas acumuladas de 3.600 millones de € (los ingresos totales de dos años), de las cuales a Hacienda corresponden 750 millones y de los 2.850 millones restantes una gran parte a bancos y cajas de ahorros que en este momento no dan créditos a pequeños empresarios. Con 1.800 millones de € anuales, Médicos Sin Fronteras podría asistir con kits de emergencia a 900 millones de personas desnutridas cada año (113 personas por cada 200 €).

-         Como estrategia de futuro es poco creíble, un campeonato mundial ganado y dos de Europa, no han potenciado la marca España lo suficiente como para aumentar el PIB de España en el 4%, según manifestación de algún acérrimo defensor de este modelo de futbol de elite.

Además, a estas enormes deudas económicas, hay que añadir que la contabilidad de los clubes es poco transparente y los principios de prudencia y de registro del deterioro del valor para la valoración de sus activos, son una autentica filigrana financiera, y la medición de los riesgos incurridos, está más bien ausente que presente.

No obstante algunos datos económicos se filtran en los medios.

A continuación utilizaré algunos de dichos datos económicos que si son suficientemente aproximados para sostener la realidad de los argumentos de mi discurso, me sentiré libre de entrar en cualquier polémica sobre la precisión de los mismos.

Los clubes de primera división tienen unos ingresos totales que en promedio provienen: 40% de retransmisiones de TV, 35% de merchandising y 25% de taquillas.

Por parte de los gastos tienen: 60% de retribuciones a futbolistas y 40% todos los demás gastos de club.

La fuente de ingresos más importante son por tanto las retransmisiones de TV.

En España los derechos de retransmisión, es decir las tarifas a cobrar por los clubes, las tienen firmadas con MEDIAPRO o alguna otra empresa similar.

MEDIAPRO y similares, venderán luego esos derechos, a un precio igual o superior al contratado, a sus clientes, que son las TV abiertas (públicas o privadas) o TV temáticas (Gol, Digital +, Marca, etc.).

En los últimos 10 años estos contratos han crecido espectacularmente. Sin hablar de las híper fantásticas tarifas anuales de los megacraks y los internacionales, que sobrepasan por encima de 300 veces el salario medio de España (21.000 €/año), un futbolista de primera división tiene un salario mínimo de convenio  de 100.000 € anuales, 11 veces el salario mínimo interprofesional (9.000 €/año). Algún día será interesante debatir sobre el salario máximo de futbolistas y de no futbolistas, aunque esa es otra cuestión.

¿Qué va a pasar con los ingresos esperados del futbol de élite?

Las TV nacional o autonómicas han visto disminuidas las subvenciones de sus respectivos gobiernos debido a los recortes fiscales, y comprarán por tanto menos partidos al mismo precio o los mismos partidos pero más baratos. O sacrificarán otros programas de entretenimiento o culturales, si le quieren dar al futbol el dinero que éste espera.

Las TV abiertas privadas están reajustando sus compras porque sus ingresos por publicidad se resienten a la baja, ya que sus anunciantes venden menos y tienen presupuestos de publicidad más cortos, con lo cual las TV privadas están decidiendo retransmitir futbol más barato o renunciar al mismo. O ¿alargarían el descanso del medio tiempo para meter más anunciantes?

Las TV temáticas de pago están en situación económica desequilibrada pues la crisis les ha originado una gran pérdida de abonados y tienen  difíciles opciones de sustitución.

Con todo ello está claro que el globo de la burbuja futbolera está muy cerca del alfiler que la haga estallar si, por ejemplo, los contratos por derechos de transmisión no se pueden abonar íntegramente.

El Lehman Brothers correspondiente podría ser MEDIAPRO o similares  y las fichas en fila del dominó, los clubes que han preparado sus plantillas con la previsión de ingresos de los contratos de MEDIAPRO.

Cuando estalle esta burbuja habrá diferentes salidas.

A mí se me ocurren las cuatro siguientes:

a)     Que el Gobierno, que ya está muy ocupado con los problemas de la crisis y el paro,  acuda a rescatar a MEDIAPRO y a los clubes. Si lo hace, ya nos enteraremos a toro pasado, según es costumbre en la política española.

b)    Que los futbolistas modifiquen a la baja sus contratos bajándose el sueldo, como lo están haciendo tantos funcionarios y trabajadores de empresas y cooperativas. Si así lo hicieran, sería un ejemplo real de solidaridad.

c)     Que los futbolistas que vean incumplidos sus contratos por parte de los clubes y se vean libres de fichar por clubes extranjeros, que se vayan. Esto nos haría exportadores de futbolistas con el beneficio subsiguiente en la Balanza de Pagos.

d)    Que lo que desciendan los ingresos por retransmisiones de TV,  lo compensen los clubes vía subida de precios de taquilla y merchandising. Esto lo agradecerían mucho los contribuyentes que no les gusta el futbol.

En este escenario, con la crisis y el paro que tenemos, ¿haremos todos los sacrificios necesarios para salvar incólume a nuestro futbol de élite cuando estalle la burbuja futbolera?

Yo desde luego, a ese carro no me subo.