jueves, 21 de julio de 2011

Patas arriba

El mundo está patas arriba.
Hay que ponerlo de nuevo de pie para que pueda seguir andando bien.
Se comenta que hay que "refundar" muchas cosas, p. ej.: el capitalismo, la democracia, la clase política, las religiones, la solidaridad con los hambrientos, el desarrollo sostenible, el respeto con el medio ambiente, los valores humanos solidarios y positivos, la erradicación de los valores negativos que propugnan la corrupción y el abuso sobre el prójimo, las relaciones laborales, la participación real de la persona en sus correspondientes ámbitos colectivos mayores o menores, etc. etc.
Todo ello requerirá una nueva definición de paradigmas y herramientas operativas para el logro de nuevos objetivos, con innovación y creatividad para desprendernos de conservadurismos y temores al cambio.
Un camino largo, pero al fin y al cabo un camino, pues los paradigmas de hace 200 o más años, relativos al capitalismo, la mano invisible de Adam Smith, los mandamientos de las religiones hechos por hombres, los partidos políticos no representativos, los sindicatos, la solidaridad entre personas y pueblos, etc., nos han llevado al callejón sin salida que estamos viviendo hoy y que ya no son capaces de producir el más mínimo avance.
El ser humano- ¿desde hace 3 millones de años?- evoluciona frente a las adversidades. Y ahora también.
Hemos empezado el proceso:
Fase 1.- Reflexionar. Estamos en ello en todos los países y en todas las capas sociales. Algo saldrá de la reflexión de millones de personas.
Fase 2.- Definir los objetivos. En muchos ámbitos los objetivos "humanos" serán socialmente los mismos de siempre, pero habrá que reactualizarlos y redefinirlos.
Fase 3.- Plan de acción. Individual y personal, ya que las magnitudes "macro" solo existen por agregación de las "micro", ya que las "macro"no son una unidad de libre albedrío sino una entelequia matemática prefabricada a posteriori. El avance en el camino es la suma de los miles de pasitos de cada miembro del grupo, siempre en la dirección de avance y no en zig-zag o retroceso.
Fase 4.- Cambiar nuestros comportamientos diarios. No decirnos cada día "hay que" hacer estos o aquello, sino decirnos cada día "hoy que" voy a hacer para cambiar, que pasito voy a dar. ¿En qué ámbitos? En los más próximos y propios, en los de nuestro "día a día" del trabajo, la familia, los amigos, los grupos sociales, etc., cada vez que nos toque comprometernos o responsabilizarnos hasta de lo más nimio.

Empecemos pues por desenredar la madeja y trabajemos cada día con normalidad y compromiso, sin miedo a los cataclismos inesperados. Somos muchos los que respiramos para vivir y no para morir.