El mundo está patas arriba.
Hay que ponerlo de nuevo de pie para que pueda seguir andando bien.
Se comenta que hay que "refundar" muchas cosas, p. ej.: el capitalismo, la democracia, la clase política, las religiones, la solidaridad con los hambrientos, el desarrollo sostenible, el respeto con el medio ambiente, los valores humanos solidarios y positivos, la erradicación de los valores negativos que propugnan la corrupción y el abuso sobre el prójimo, las relaciones laborales, la participación real de la persona en sus correspondientes ámbitos colectivos mayores o menores, etc. etc.
Todo ello requerirá una nueva definición de paradigmas y herramientas operativas para el logro de nuevos objetivos, con innovación y creatividad para desprendernos de conservadurismos y temores al cambio.
Un camino largo, pero al fin y al cabo un camino, pues los paradigmas de hace 200 o más años, relativos al capitalismo, la mano invisible de Adam Smith, los mandamientos de las religiones hechos por hombres, los partidos políticos no representativos, los sindicatos, la solidaridad entre personas y pueblos, etc., nos han llevado al callejón sin salida que estamos viviendo hoy y que ya no son capaces de producir el más mínimo avance.
El ser humano- ¿desde hace 3 millones de años?- evoluciona frente a las adversidades. Y ahora también.
Hemos empezado el proceso:
Fase 1.- Reflexionar. Estamos en ello en todos los países y en todas las capas sociales. Algo saldrá de la reflexión de millones de personas.
Fase 2.- Definir los objetivos. En muchos ámbitos los objetivos "humanos" serán socialmente los mismos de siempre, pero habrá que reactualizarlos y redefinirlos.
Fase 3.- Plan de acción. Individual y personal, ya que las magnitudes "macro" solo existen por agregación de las "micro", ya que las "macro"no son una unidad de libre albedrío sino una entelequia matemática prefabricada a posteriori. El avance en el camino es la suma de los miles de pasitos de cada miembro del grupo, siempre en la dirección de avance y no en zig-zag o retroceso.
Fase 4.- Cambiar nuestros comportamientos diarios. No decirnos cada día "hay que" hacer estos o aquello, sino decirnos cada día "hoy que" voy a hacer para cambiar, que pasito voy a dar. ¿En qué ámbitos? En los más próximos y propios, en los de nuestro "día a día" del trabajo, la familia, los amigos, los grupos sociales, etc., cada vez que nos toque comprometernos o responsabilizarnos hasta de lo más nimio.
Empecemos pues por desenredar la madeja y trabajemos cada día con normalidad y compromiso, sin miedo a los cataclismos inesperados. Somos muchos los que respiramos para vivir y no para morir.
jueves, 21 de julio de 2011
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